Estación de Anillamiento Juan Cristóbal Gundlach celebra su 13 aniversario.
Autores: Dr.C Fredy Rodríguez Santana y Karla Camila Del Río.
Cada mes durante tres días en la Estación de Anillamiento Juan Cristóbal Gundlach se anillan y estudian aves endémicas, residentes y migratorias. Sin embargo, el anillamiento de julio tiene un sabor diferente. Trece años atrás el 17 de julio de 2010 la estación abría sus puertas fruto de un sueño materializado por los investigadores del Centro Oriental de Ecosistemas y Biodiversidad (Bioeco).
Su nombre y fecha de inauguración rinden homenaje al naturalista alemán Juan Cristóbal Gundlach conocido como el tercer descubridor de Cuba. Gundlach, eterno enamorado de la naturaleza cubana, realizó importantes aportes a su estudio. Su obra Ornitología Cubana es considerado el primer gran libro sobre las aves de la isla y lo convirtió en un paradigma de la investigación ornitológica de la región.
La pasión de Gundlach inspira hoy a investigadores, estudiantes y personas de los más diversos perfiles profesionales y de todas partes del país, a recorrer los caminos que él mismo recorrió hace casi dos siglos, hasta la estación que hoy ostenta su nombre. Allí se unen en la importante labor de monitoreo de las poblaciones de aves que transitan o residen en la zona.
Durante estos trece años han pasado por la Gundlach, un total de 15 mil ejemplares de 73 especies. Esta labor ha permitido sumar valiosos aportes al estudio de las aves en el país, que abarcan desde un nuevo reporte de ave para Cuba (Bijirita de Connecticut), hasta los primeros récords de longevidad para las aves endémicas cubanas como por ejemplo Cartacuba (Todus multicolor) y Pechero (Teretistris fornsi) de más de 10 años. A estos datos se suman un nuevo récord de longevidad para un ave migratoria (una Bijirita Azul de Garganta Negra con más de 11 años de edad).
Como un tesoro califica la ornitóloga Ms.C Carmen Plasencia al trabajo realizado en estos trece años en la estación. Con cariño maternal explica que este empeño al que ha dedicado varios años de su vida “ha forjado en ella una disciplina que le ha ayudado tanto en el plano profesional como personal”.
“La estación ha sido para mí una escuela porque me logró introducir al conocimiento de muchas especies de aves que en campo son muy difíciles de observar” refiere Carmen quién se encontraba en su primer año de adiestramiento cuando se sumó al grupo de investigadores que en esfuerzo conjunto fundaron la Gundlach.
Como ella han sido decenas los jóvenes que se han sumado al trabajo en la estación o a los cursos nacionales e internacionales de anillamiento que han contado con la colaboración de organizaciones como la Nature and Biodiversity Conservation Union (Alemania), Cornell Laboratory of Ornithology (Estados Unidos) y BirdsCaribbean.
Jóvenes investigadores en la estación Juan Cristobal Gundlach. Investigadores y Técnicos de la Estación de Anillamiento. Jóvenes en el Primer Taller Internacional de Anillamiento de Aves.
¨Lo que comenzó siendo un esfuerzo a pequeña escala, con anillos propios -únicos en Cuba- ahora, forma parte de la Red de Monitoreo del Corredor Biológico en el Caribe, que consta, además, con otras dos oficinas hermanas una en Lagunas de Maya, Matanzas, operada por nuestros colegas de Flora y Fauna y otra oficina en Cayo Santa María, operada por el Centro de Estudios y Servicios Ambientales de Villa Clara” explica el Dr.C Freddy Rodríguez Santana ornitólogo investigador Bioeco y fundador de la estación.
Los especialistas de la estación se han entrenado en Long Point Bird Observatory (Canadá), Hiddensee Bird Ringing Centre y Greifswalder Oie (Alemania), Taricaya (Perú), Windsord Research Centre (Jamaica) y recientemente con BirdsCaribbean en Jarabacoa, República Dominicana y en las oficinas de Siboney y La Gran Piedra.
La Estación de Anillamiento Juan Cristóbal Gundlach en sus trece años de labor ha sido escuela y hogar de los amantes de las aves. La labor que cada mes se lleva a cabo allí es fruto del trabajo de aquellos que no cesan en el empeño de proteger estos valores naturales para la posteridad.